Daniel Giglio
Date: Sunday, September 11, 2005
Time: 7:46 AM EST
Submitted by: Daniel Giglio
Email address: dagiglio@hotmail.com
Subject: macosta_club
Comment: Primero que nada mis felicitaciones y agradecimiento al
creador de este sitio. Estaba hoy en Internet buscando no se que cosa por mi
laburo y me encontré con la página. Parece mentira que han pasado casi
20 años desde que me recibí del Acosta. Ingresé en 1981 a 1ero. 6ta. y
terminé en 1985 en 5to. 1era. del “biológico”.Siempre cursé en el turno
mañana. De los compañeros que me acuerdo… Walter Kerr, Gabriel
González, Mario DiCampli, Alberto Iñigo, Carlos Cóceres, Villegas González,
Néstor Furci, Fernando Serrano, Bacigalupo, Silva Montaner, Pablo Podestá,
Adolfo Otero, Artaza, Maroni, Páramos, Carbone, Sergio López Martínez …
Los profesores … Me acuerdo de la Urbano (biología), de la Tuschneider
(lógica), de Basso (matemáticas), Beraldi (música, muy buen tipo),
Papalardo (geografía), el “tano” Benedetti (dibujo, que me enseñó la frase
“el nene inteligente siempre pregunta ‘por qué’” y que en una casa las
rajaduras verticales eran las más peligrosas), Ianello (ed. cívica). Me
acuerdo que en inglés tuve a la Echegaray (una genia), a la Surraco (la
pobre era tan tímida que se quedaba sin aliento en clase) y a la Tillet
(que me enseñó, erróneamente, que “to padlock” (poner un candado)
quería decir “estacionar”). En historia tuve al siempre iracundo Menga, que
no quería “vacas muertas” en su aula sino alumnos, y a la Luna, que
nunca preparaba las clases pero siempre se las arreglaba para salir bien
parada (“dejen el espacio…”). En primer año tuve a la Ezquiaga en
biología, la primera que me puso un 1…
Hace ya unos años que vivo en EE.UU., pero me acuerdo como si fuera hoy
la parada del 19, que me tomaba desde Chacarita hasta el Once para ir a
clases; las 4 cuadras que corría para no llegar tarde y el patio de la
escuela, en donde nos encontrábamos antes de empezar la jornada...
Anécdotas: En quinto año del BOB tuvimos que hacer una disección a un
conejo. Trajeron el un conejo bebé y nadie quería disectarlo. Lo
escondimos para ver si le podíamos salvar la vida, pero Gaña, encargado del
laboratorio y profe de biología, nos conminó a que produjésemos el
bendito animal que terminó sus días y fue enterrado en el benemérito Colegio…
En tercer año toda la escuela hizo una sentada para destituir al
director en funciones (creo que le decían “el Tucu”, no me acuerdo de su
nombre). Fue mi primera experiencia con una “medida de fuerza”, que de
alguna forma mostraba algo de lo que se podía lograr si la gente se ponía
de acuerdo… Al “tucu” lo pasaron a retiro, y ahí fue donde poco después
asumió la Armenia como directora.
Viajo a Buenos Aires por lo menos una vez por año; me encantaría poder
retomar contacto con tanta gente con la que compartí 5 años de mi
juventud (ya van a hacer 20… 1985-2005). |